28 Jul Hábitos de seguridad para evitar el robo en vacaciones
Cuando llega el verano, son muchas las personas que planifican una salida de su vivienda habitual durante un periodo de tiempo prolongado. Es entonces cuando los amigos de lo ajeno aprovechan para acceder a las viviendas vacías y sustraer objetos de alto valor. Para reforzar la seguridad de la vivienda y evitar estas situaciones, en este artículo explicamos una serie de hábitos de seguridad que tratan de evitar los robos durante las vacaciones.
Qué son los hábitos de seguridad
Entendiendo por hábito cualquier acción que se vuelve rutinaria con su repetición durante un periodo de tiempo concreto, podemos definir los hábitos de seguridad como aquellas acciones rutinarias que los usuarios llevan a cabo a la hora de reforzar la seguridad de su vivienda o propiedad.
En el ámbito de la seguridad, los hábitos son prácticas habituales que están diseñadas para mejorar el rendimiento de los sistemas de seguridad y aprovechar los elementos que ofrece el entorno para disuadir a los malhechores en caso de ser necesario.
Hábitos indispensables para garantizar la seguridad residencial
Desde Genoma del Robo, se recogen un total de 98 hábitos capaces de mejorar sustancialmente el grado de seguridad a nivel residencial. De estos 98 hábitos, las estadísticas reflejan que un 45% son transmitidos a los clientes. A su vez, solamente el 18% de estos son aplicados.
En definitiva, únicamente el 8% de los clientes totales aplican los hábitos recomendados para frenar la delincuencia en esta época del año.
De forma resumida, recogemos los datos en la siguiente tabla:
Estadísticas sobre Hábitos de Seguridad | |||
---|---|---|---|
Indicador | Cantidad Total | Transmitidos a Clientes (%) | Aplicados por Clientes (%) |
Total de hábitos recopilados | 98 | – | – |
Hábitos transmitidos a clientes | – | 45% | – |
Hábitos aplicados por los clientes | – | – | 18% |
Porcentaje de clientes aplicando hábitos | – | – | 8% |
Cómo influye la toma de decisiones en el riesgo de ser víctimas de un robo
Es innegable que las decisiones que tomamos tienen un impacto directo en el riesgo de ser víctimas de un robo. Por otro lado, aspectos fundamentales cómo pueden ser la exposición o la capacidad de seguridad las determina el propio usuario en función de los hábitos que haya desarrollado.
Es importante destacar que, si bien la protección no depende únicamente del aspecto humano, debe tenerse en cuenta a la hora de llevar a cabo una evaluación del nivel actual de seguridad.
Además, resulta indispensable hacer entender el proceso a los clientes finales, que son al final quienes reciben estas medidas de seguridad. Consecuentemente, debemos ser conscientes de que los hábitos pueden modificarse, pero requieren de un proceso cognitivo previo que facilite el cambio de actitud.
Esta propuesta, aunque puede parecer excesiva, se basa en el conocimiento de que la protección más efectiva es aquella que se utiliza de manera más frecuente. Por lo tanto, la usabilidad técnica y la disposición humana para emplear el sistema son factores cruciales que determinan el resultado final.
Es vital promover una mayor concienciación sobre la importancia de implementar hábitos de seguridad y sistemas de protección para reducir los riesgos y garantizar la seguridad de las viviendas y comunidades.
Recomendaciones para poner en marcha los hábitos contra los ladrones
Fomentar la conciencia para una seguridad integral
Es comúnmente aceptado que cambiar hábitos representa un desafío considerable, debido principalmente a aspectos psicológicos que dificultan el cambio. No obstante, es importante destacar que esta generalización no refleja completamente la realidad desde una perspectiva neurobiológica.
La consciencia, entendida como la comprensión profunda de la verdad, tiene un poder transformador en la naturaleza humana.
Este proceso, pese a su baja complejidad, demanda tiempo para consolidarse. Podemos resumirlo en la siguiente premisa: «Cuanta más información comprensible se proporcione en un entorno de calma, mayor será la conciencia adquirida».
Adecuar los sistemas de seguridad
Modificar un hábito es un proceso que requiere repetición y, en consecuencia, tiempo. Por esta razón, los especialistas en seguridad hemos adoptado una práctica eficaz: trazar un protocolo que permita alcanzar la máxima seguridad en los meses posteriores a la implementación de los pertinentes sistemas.
Para facilitar el cumplimiento de los hábitos, estos pueden ser estandarizados, y tras de un período de 83 días, el sistema se adapta a la nueva realidad. De esta manera, se reconoce que un sistema de seguridad que incorpora hábitos no debe considerarse definitivo con la simple instalación, sino que es crucial revisarlo y ajustarlo en los meses siguientes, y preferiblemente, durante los años venideros.
Implementar sistemas de seguridad contra robos
En el ámbito de la seguridad residencial, es habitual encontrarse con empresas que ofrecen sistemas de alarmas preconfigurados, dando por hecho que se va a ofrecer una protección suficiente. Sin embargo, esta creencia no refleja toda la verdad.
Es importante recordar que un sistema de seguridad, por sí solo, no constituye una protección integral, a menos que cuente con elementos físicos firmes.
En cambio, cualquier otro dispositivo que dependa de la activación por parte de una persona, especialmente los sistemas electrónicos, requiere una complementación de hábitos específicos para maximizar su eficacia.
Actualmente, los expertos en seguridad enfatizan más en los enfoques estratégicos y en la promoción de hábitos proactivos por parte de los usuarios. Esta nueva perspectiva prioriza la importancia de la consciencia y la adopción de hábitos como pilares fundamentales para lograr una seguridad verdaderamente efectiva y duradera.
Cuáles son los principales hábitos de seguridad para evitar robos en vacaciones
Es importante tener en cuenta que los hábitos son dinámicos, ya que nuestro estilo de vida se transforma con el paso del tiempo. Así pues, hay que revisar y actualizar continuamente los hábitos para adaptarlos conforme pasan los años.
De acuerdo con Genoma del Robo, las principales categorías que se observan en los principales hábitos de seguridad engloban cuestiones como hábitos generales, seguridad física y electrónica, sistemas de control frente a ciberataques, riesgos accidentales y sistemas de mantenimiento.
La diversidad de categorías refleja la complejidad y la amplia gama de aspectos a tener en cuenta para garantizar una seguridad integral en el hogar. La adaptabilidad y revisión constante de estos hábitos son fundamentales para mantenernos un paso adelante de los desafíos cambiantes en el ámbito de la seguridad residencial.